Hola a todas, soy Isabella García Martínez, y hoy quiero hablar de una técnica milenaria que ha generado muchas dudas entre las madres modernas: el arrullo o envoltura del bebé con una manta (también conocido como «swaddling»). Con mis tres pequeños he pasado por diferentes experiencias con esta práctica. Cuando Lucas nació, mi suegra insistía en que debíamos «fajarlo» como ella decía, mientras que con Emma, mi pediatra me recomendó no hacerlo. Con Mateo, mi bebé de 3 meses, he encontrado un término medio basado en la evidencia actual.
¿Qué es exactamente el arrullo y por qué se practica?
Cuando nació Lucas, recuerdo la primera vez que la enfermera en el Hospital La Fe de Valencia lo envolvió con una mantita. Parecía una pequeña crisálida y, sorprendentemente, se calmó al instante.
El arrullo consiste en envolver al bebé con una manta fina, dejando solo la cabeza fuera, limitando el movimiento de brazos y piernas. Esta técnica:
- Simula la sensación de contención del útero materno
- Reduce el reflejo de sobresalto (reflejo de Moro) que puede despertar al bebé
- Proporciona sensación de seguridad y contención
- Puede ayudar a calmar a bebés con alta sensibilidad
Como siempre digo a las madres en mi grupo «Madres Unidas Valencia», no es una técnica obligatoria, pero puede ser una herramienta útil en el arsenal de recursos para calmar al bebé.
Beneficios del arrullo según la evidencia científica actual
Aplicando lo que aprendí como maestra sobre el desarrollo infantil temprano, y contrastándolo con lo que la Dra. Fernández nos ha explicado, estos son los beneficios respaldados por la evidencia:
- Mejora la calidad del sueño: Estudios muestran que algunos bebés arrullados duermen más profundamente
- Reduce el llanto: Especialmente efectivo en bebés con cólicos o alta irritabilidad
- Facilita la transición a la cuna: Ayuda a algunos bebés a adaptarse a dormir sin contacto físico constante
- Reduce el riesgo de arañazos: Evita que el bebé se arañe la cara con sus propias uñas
Con Emma, que tenía un reflejo de Moro muy intenso, el arrullo fue la única manera de conseguir que durmiera más de 20 minutos seguidos durante sus primeras semanas.
¿Es seguro el arrullo? Riesgos potenciales que debes conocer
En teoría perfecto, en la práctica… complicado. Durante una visita de seguimiento cuando Mateo tenía 6 semanas, la Dra. Fernández me advirtió sobre ciertos riesgos que debemos considerar:
- Desarrollo de la cadera: Un arrullo demasiado apretado en las piernas puede contribuir a la displasia de cadera
- Sobrecalentamiento: Los bebés arrullados pueden sobrecalentarse si el ambiente ya es cálido
- Riesgo de vuelco: Una vez que el bebé comienza a darse la vuelta, el arrullo puede ser peligroso
- Restricción del movimiento natural: Los bebés necesitan mover sus extremidades para su desarrollo motor
Durante el primer mes con Mateo, que nació algo prematuro, seguí las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría para minimizar estos riesgos.
Cómo hacer un arrullo seguro paso a paso
Con Lucas cometí todos los errores posibles: demasiado apretado, tela inadecuada, demasiado tiempo… Con Mateo he perfeccionado la técnica:
- Elige una manta adecuada: Fina, de algodón transpirable, tamaño suficiente (aproximadamente 1×1 metro)
- Extiende la manta en forma de diamante: Con una punta hacia arriba
- Dobla la punta superior hacia abajo: Unos 15-20 cm
- Coloca al bebé con los hombros a la altura del pliegue: La cabeza debe quedar fuera
- Brazo izquierdo ligeramente flexionado: Junto al cuerpo
- Envuelve ese lado sobre el bebé: Pasando por debajo del lado derecho
- Brazo derecho ligeramente flexionado: Junto al cuerpo
- Envuelve el lado derecho: Asegurándolo por debajo
- La parte inferior: Dobla o tuerce y asegura sin apretar las piernas
Lo más importante es que las piernas puedan moverse y flexionarse naturalmente, manteniendo las caderas en posición saludable (como una ranita).
5 Errores comunes al practicar el arrullo y cómo evitarlos
Durante las reuniones de «Madres Unidas Valencia», estos son los errores que más madres confiesan haber cometido:
1. Arrullo demasiado apretado
Con Emma, al principio la envolvía tan apretada que apenas podía respirar profundamente. El arrullo debe permitir que el bebé pueda expandir su pecho cómodamente y mover ligeramente sus extremidades.
2. Mantener el arrullo cuando el bebé ya se da la vuelta
Una amiga continuó arrullando a su bebé hasta los 5 meses, cuando ya empezaba a voltearse. Esto supone un grave riesgo de asfixia. El arrullo debe suspenderse cuando:
- El bebé muestra signos de comenzar a voltearse
- Alrededor de los 3-4 meses (según desarrollo)
- Si el bebé constantemente lucha contra el arrullo
3. Usar materiales inadecuados
Con Lucas, en pleno agosto valenciano, cometí el error de usar una manta gruesa. Para un arrullo seguro:
- Usa telas transpirables de algodón
- Ajusta el grosor según la temperatura ambiente
- Evita mantas con flecos, botones o adornos
4. Cubrir la cara o restringir el cuello
Parece obvio, pero en la desesperación del cansancio pueden ocurrir errores. Siempre asegúrate de que:
- La cara esté completamente despejada
- El arrullo no pueda subirse y cubrir la nariz o boca
- El cuello no esté comprimido
5. Ignorar las señales del bebé
No todos los bebés disfrutan del arrullo. Mateo lo adora para dormir, pero Lucas lo detestaba. Respeta las preferencias de tu bebé y no insistas si:
- Llora más cuando está arrullado
- Lucha constantemente contra la restricción
- Duerme peor cuando está envuelto
¿Qué dice la pediatría actual sobre el arrullo infantil?
La Dra. Fernández siempre me recuerda que las recomendaciones sobre el arrullo han cambiado significativamente en los últimos años:
- Asociación Española de Pediatría: Permite el arrullo con precauciones específicas
- Academia Americana de Pediatría: Recomienda arrullo seguro para el sueño hasta los 2-3 meses
- Sociedad Internacional de Displasia de Cadera: Enfatiza la posición saludable de las caderas
- Recomendaciones actuales: Arrullo moderado que permita movimiento de caderas y piernas
Según el libro «El sueño del bebé» del Dr. Eduardo Estivill, que consulté cuando tuve dudas con Emma, el arrullo puede ser beneficioso siempre que se practique correctamente y se abandone en el momento adecuado.
Alternativas al arrullo tradicional para bebés que lo rechazan
Con Lucas, que odiaba el arrullo tradicional, tuvimos que buscar alternativas:
1. Sacos de dormir con alas
Estos sacos especiales permiten contener los brazos pero dan más libertad:
- Las «alas» sujetan suavemente los brazos
- El cuerpo queda libre en un saco
- Permiten más movimiento que el arrullo tradicional
Durante las mañanas cuando llevo a Emma a la escuela mientras cargo a Mateo, uso uno de estos que permite sacarlo fácilmente para ponerlo en el portabebés.
2. Técnica de contención con las manos
Cuando el bebé está muy alterado pero rechaza el arrullo:
- Coloca una mano suavemente sobre el pecho
- Otra mano conteniendo las piernas
- Aplica una presión suave y constante
- Combina con balanceo o «shhh» rítmico
Con Emma, que era extremadamente sensible, esta técnica funcionaba mejor que el arrullo.
3. Porteo ergonómico
El portabebés proporciona la misma sensación de contención:
- Distribuye la presión uniformemente
- Permite posición fisiológica de caderas
- Proporciona contacto y calor corporal
- Deja las manos libres para otras tareas
Viviendo cerca de Jardines del Real en Valencia, el porteo ha sido nuestra salvación para paseos mientras Mateo duerme plácidamente.
4. Nidos o reductores de cuna
Proporcionan sensación de contención sin restricción:
- Crean un espacio más pequeño y acogedor
- No restringen el movimiento
- Deben usarse solo bajo supervisión
- No recomendados para el sueño nocturno según algunas guías
Cuándo y cómo dejar de arrullar a tu bebé gradualmente
Con Mateo estamos justo en esta fase de transición. Así es como lo estamos haciendo:
- Identificar el momento adecuado: Alrededor de los 2-3 meses o cuando muestra signos de querer voltearse
- Transición gradual: No suspender bruscamente
- Primer paso: Dejar un brazo fuera
- Segundo paso: Ambos brazos fuera, torso envuelto
- Tercer paso: Transición a saco de dormir
- Consistencia: Mantener todos los demás elementos de la rutina de sueño
- Paciencia: Esperar algunos días de adaptación en cada fase
Miguel ha sido fundamental en este proceso con Mateo, teniendo la paciencia que a veces a mí me falta cuando estoy agotada.
Arrullo en diferentes culturas: perspectiva global
Como antigua maestra, siempre me ha fascinado cómo diferentes culturas abordan el cuidado infantil:
- Culturas tradicionales españolas: En pueblos de Valencia, las abuelas siguen «fajando» a los bebés con técnicas transmitidas por generaciones
- Método indígena americano: Utilizan tablas cuna (cradleboards) que proporcionan contención total
- Cultura japonesa: Utilizan el «onbuhimo», una forma de porteo que proporciona contención
- Países nórdicos: Prefieren dar más libertad de movimiento desde el nacimiento
Ahora en verano, con Lucas en vacaciones y el calor valenciano, hemos adaptado nuestra técnica de arrullo para Mateo usando telas más ligeras, como hacían tradicionalmente en los pueblos costeros mediterráneos.
Como siempre digo, cada niño es un mundo, pero espero que mi experiencia con Lucas, Emma y el pequeño Mateo te sirva de guía. El arrullo puede ser una herramienta maravillosa cuando se practica correctamente y se respetan las necesidades individuales del bebé.
Próximamente os contaré cómo estamos manejando la transición de Mateo al saco de dormir ahora que está entrando en su cuarto mes y empieza a mostrar signos de querer más libertad de movimiento. Por cierto, Emma, que ahora tiene 4 años, todavía pide que la «envolvamos» con su manta favorita cuando está muy cansada o alterada, demostrando que esa sensación de contención sigue siendo reconfortante incluso para los más mayores.
Cuéntame en los comentarios cómo ha sido tu experiencia con el arrullo, ¡siempre aprendo tanto de vosotras! Y recuerda, no hay una única forma correcta de hacer las cosas, lo importante es la seguridad del bebé y el bienestar de toda la familia.