¿Es Bueno el Jengibre para la Lactancia? Beneficios y Consejos Prácticos

¡Hola, mamás! Soy Isabella García Martínez, una valenciana de 34 años y madre de tres pequeños torbellinos: Lucas (8 años, mi loco del fútbol), Emma (4 años, mi artista con carácter) y Mateo (4 meses, mi rey de la teta). Vivo cerca de los Jardines del Real, y entre el trajín diario y las charlas con las mamás de «Madres Unidas Valencia», siempre surgen dudas como esta: ¿es bueno el jengibre para la lactancia? Os cuento mi experiencia, lo que me han dicho los expertos y algunos trucos para sacarle partido sin pasarnos de la raya.

Respuesta rápida: sí, el jengibre puede ser un aliado genial, pero con cabeza. ¡Vamos a verlo juntas!


Beneficios del Jengibre para Madres Lactantes

El jengibre no es solo esa raíz rara que vemos en el Mercat Central; tiene su magia, sobre todo para nosotras en esta etapa tan intensa. Aquí van algunos beneficios que me han conquistado:

  • Adiós a las náuseas: Con Lucas, las mañanas postparto eran un suplicio. Una infusión de jengibre me salvó más de una vez.
  • Digestión más ligera: La lactancia a veces me deja el estómago revuelto, y un poquito de jengibre lo calma todo.
  • Sube las defensas: Aquí en Valencia, con el cambio de tiempo, es fácil pillar un resfriado. El jengibre me da un empujón para no caer.
  • Energía natural: Sin abusar del café (que con Mateo intento controlar), me ayuda a no arrastrarme por las tardes.

Eso sí, no es una varita mágica. Hay que saber cómo y cuánto tomarlo.


¿Es Bueno el Jengibre para la Lactancia? Mi Historia

Con mi primer hijo, Lucas, era una novata total. Todo lo preguntaba al pediatra como si fuera un examen de la uni. Ahora, con Mateo, voy más suelta, pero sigo consultando. Mi pediatra de confianza aquí en Valencia me dijo que el jengibre es seguro en pequeñas cantidades y que incluso puede ayudar a la producción de leche, aunque no hay estudios que lo griten a los cuatro vientos.

Lo empecé a usar hace unas semanas, rallando un cachito en mi té de la mañana. Mateo sigue mamando como siempre, y yo me siento menos hinchada. Eso sí, no me paso, porque una vez con Emma exageré y noté un sabor raro en la boca que no me gustó.


5 Formas de Usar el Jengibre en 2025 que Funcionan

Si os animáis a probarlo, aquí van mis consejos prácticos, pulidos con los años:

  1. Infusión suave: Un trocito pequeño (como una uña) en agua caliente con un chorrito de limón de nuestras tierras valencianas.
  2. En la comida: Lo rallo en un guiso de pollo o pescado. Le da un toque especial sin ser pesado.
  3. Batido mañanero: Mezclo un pellizco con plátano y avena. Energía para correr detrás de Emma.
  4. Con miel: Si tengo la garganta chunga, una cucharadita de miel con jengibre rallado es mi remedio casero.
  5. Poco a poco: Empieza con una pizca y mira cómo te sientes tú y tu peque.

Cómo Añadir Jengibre a tu Rutina Paso a Paso

Si eres como yo, que con Lucas iba con pies de plomo, aquí te dejo mi método:

  • Día 1-2: Una tacita de infusión suave por la mañana. Vigila si el bebé está más inquieto o no.
  • Día 3-5: Añade un poquito a una receta, como un arroz con verduras. Todo normal con Mateo, así que seguí.
  • Semana 2: Ya lo uso dos o tres veces por semana, sin abusar. Equilibrio es la clave.

Fácil, ¿no? No hace falta volverse loca.


Jengibre en la Lactancia: ¿Qué Dice la Experiencia Real?

En nuestro grupo de mamás valencianas, hay de todo. Mi amiga Marta jura que una infusión de jengibre le ayudó con los cólicos de su peque, pero Ana dice que a ella le dio acidez y lo dejó. Yo, con Lucas, no lo usé tanto porque estaba más pendiente de caldos tradicionales como el puchero de mi madre. Con Mateo, en cambio, lo he integrado más y me va de perlas.

Los pediatras que conozco coinciden: en dosis moderadas (no más de 1-2 gramos al día), es seguro y hasta beneficioso. Pero ojo, si notas cambios en tu peque, para y pregunta.


Errores Comunes al Usar Jengibre y Cómo Evitarlos

A veces, por las prisas o por leer remedios milagrosos en internet, la liamos. Estos son los fallos que veo más:

  • Tomar demasiado: Más no es mejor. Una vez me pasé y me ardió el estómago.
  • Esperar milagros: No te va a convertir en una fuente de leche infinita. Es un complemento, no un sustituto.
  • No probar antes: Si nunca lo has tomado, hazlo poco a poco por si te sienta mal.

Como digo siempre a las mamás de mi grupo: «Con sentido común, todo sale bien».


Preguntas que Nos Rondan la Cabeza

  1. ¿El jengibre cambia el sabor de la leche materna? Puede, pero en cantidades pequeñas, casi ni se nota.
  2. ¿Es bueno el jengibre para la producción de leche? Hay mamás que dicen que sí, pero no está 100% comprobado.
  3. ¿Y si mi bebé es sensible? Si ves que está más irritable, reduce o para unos días.

Mi Veredicto desde Valencia

Entonces, ¿es bueno el jengibre para la lactancia? Sí, en su justa medida. A mí me ha ayudado a sentirme mejor, con más energía y menos molestias, mientras Mateo sigue creciendo fuerte. Eso sí, no lo conviertas en tu único truco: un buen plato de lentejas o una naranja recién cogida de aquí valen su peso en oro para nosotras.

¿Vosotras lo habéis probado? ¿Tenéis algún remedio casero que os funcione? Contádmelo en los comentarios o en nuestra próxima quedada de «Madres Unidas». Ahora que Mateo empieza a darme alguna tregua por las noches, quiero escribir sobre cómo sobrevivir al caos de tres peques. ¡Nos leemos pronto, mamás!

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