Cuando nació mi pequeño Mateo hace unos meses, una de mis mayores preocupaciones era qué podía consumir durante la lactancia. Entre biberones nocturnos y pañales, muchas veces me apetecía una infusión calentita para relajarme. El té de manzanilla siempre ha sido mi favorito, pero me surgió la duda: ¿es seguro tomarlo mientras doy el pecho? Después de consultar con mi matrona del centro de salud de Benimaclet y basándome en mi experiencia con mis tres hijos, os cuento todo lo que he aprendido sobre este tema.
Beneficios de la manzanilla para madres lactantes
La manzanilla (o camomila, como la llamamos en Valencia) es conocida por sus propiedades relajantes y digestivas, algo que viene de perlas durante el posparto. Entre sus beneficios destacan:
- Ayuda a conciliar el sueño, especialmente útil cuando el bebé nos despierta varias veces por noche
- Calma los dolores menstruales cuando vuelve la regla durante la lactancia
- Alivia las molestias digestivas tan frecuentes después del parto
- Reduce la ansiedad y el estrés propios de la maternidad
Con Lucas, mi mayor, apenas me atrevía a tomar nada que no fuera agua por miedo a que le afectara. ¡Qué exagerada fui! Ahora con Mateo he aprendido a ser más flexible, siempre con información contrastada.
¿Es segura la manzanilla durante el periodo de lactancia?
La respuesta corta es sí, con moderación. La manzanilla está generalmente considerada como segura durante la lactancia, pero hay matices importantes:
- En cantidades moderadas (1-2 tazas al día) no suele causar problemas
- En exceso podría, teóricamente, reducir la producción de leche en algunas mujeres
- Sus efectos sedantes podrían pasar a la leche materna en cantidades muy grandes
Mi pediatra del Hospital La Fe me explicó que no hay evidencia científica sólida que contraindique su consumo ocasional. «Lo importante es observar cómo reacciona tu bebé», me dijo cuando le pregunté específicamente por este tema.
Cómo incorporar la manzanilla durante la lactancia paso a paso
Si quieres disfrutar de esta infusión mientras amamantas, te recomiendo:
- Comienza con pequeñas cantidades (media taza) y observa si tu bebé muestra algún cambio
- Evita tomarla justo antes de dar el pecho; mejor entre tomas
- Opta por manzanilla de calidad, preferiblemente ecológica
- No la endulces en exceso; un poquito de miel de azahar valenciana es suficiente (¡nunca des miel directamente al bebé!)
Con Emma, mi mediana, descubrí que era especialmente sensible cuando yo tomaba bebidas muy calientes. No era la manzanilla en sí, sino la temperatura que alteraba ligeramente el sabor de mi leche. ¡Cada criatura es un mundo!
Mitos sobre las infusiones y la lactancia: ¿Qué dice la experiencia real?
Mi suegra insiste en que «las infusiones cortan la leche», mientras que mi madre jura que la manzanilla «da gases al bebé». En mi grupo «Madres Unidas Valencia» circulan todo tipo de teorías. Pero la realidad basada en mi experiencia y en la ciencia es otra:
- La manzanilla NO «corta» la producción de leche en cantidades moderadas
- NO causa directamente cólicos o gases en el bebé
- NO es necesario evitarla completamente durante la lactancia
Como dice mi amiga Carmen, matrona del centro de salud: «Menos mitos y más disfrutar de la maternidad con sentido común».
Alternativas a la manzanilla para madres que amamantan
Si prefieres variar o tu bebé parece sensible a la manzanilla, hay otras opciones:
- Tila: otra infusión relajante muy típica en nuestra tierra
- Rooibos: sin cafeína y rico en antioxidantes
- Infusión de hinojo: tradicionalmente usada para aumentar la producción láctea
- Agua con limón y miel: refrescante y con vitamina C
Durante los calurosos veranos valencianos, preparaba estas infusiones y las dejaba enfriar en la nevera. ¡Un capricho fresquito entre tomas!
Errores comunes al consumir infusiones durante la lactancia
El principal error que cometemos muchas madres primerizas es privarnos de pequeños placeres sin motivo fundado. Otros errores frecuentes:
- Consumir infusiones en exceso (más de 3-4 tazas diarias)
- No relacionar posibles cambios en el bebé con nuestra alimentación
- Comprar mezclas de hierbas sin verificar todos sus componentes
Con Mateo he aprendido que el equilibrio es clave. Como decimos en Valencia, «ni molt ni poc, la mesura és lo que val» (ni mucho ni poco, la medida es lo que importa).
En conclusión, un té de manzanilla ocasional es perfectamente compatible con la lactancia para la mayoría de las madres. Lo importante es observar a tu bebé, consumir con moderación y disfrutar de esos pequeños momentos de calma que tanto necesitamos.
¿Habéis notado alguna reacción en vuestros bebés con alguna infusión en particular? Me encantaría leer vuestras experiencias en los comentarios.